Chamanismo Camino Blanco

Manifiesto.

El Chamanismo es ancestral, arcaico y universal: ancestral, ya que es transmitido por muy antiguos linajes de hombres y mujeres que han elegido dedicarse a este servicio; arcaico, ya que su origen remonta a los orígenes de la humanidad; y universal, ya que reúne a personas de todos los continentes y todas las culturas desde hace milenios.

En Europa, la arqueología atestigua la existencia de antiguos Chamanes y prácticas chamánicas. Mucho más tarde, cuando se instalaron, les tocó a los pueblos Celtas asimilar el legado de los pueblos pre-celtas, enriquecerlo, y así mantener viva la tradición del Chamanismo europeo hasta la llegada de los Romanos y del Cristianismo, e incluso más allá. En otras partes del mundo, tanto en las tres Américas, Asia, África y Oceanía, las tradiciones chamánicas se han mantenido vivas y vibrantes, a menudo hasta nuestros días, reflejando la sabiduría que tanto necesita nuestro mundo.

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El Chamanismo, que existía antes de todas las civilizaciones centralizadas, está muy río arriba en lo que se refiere a conocimiento, sabiduría, formas de pensar, ciencia, religión y medicina tal y como las conocemos hoy en día.

El Chamanismo, tal y como lo vivenciamos hoy y del cual queremos dar testimonio, tiene por finalidad el acceso de todos a las herramientas para vivir la experiencia interior, íntima, de los mundos espirituales personales y la conexión con lo divino, lo sagrado, como cada quién lo defina.

El Chamanismo nunca ha sido, y no puede ser, ni una religión ni una institución pesada porque, asentándose más allá de cualquier juicio, no se basa en una creencia intelectual común o un dogma impuesto por ninguna jerarquía, ausentes en él. Se fundamenta en la experiencia, a través de una relación viva con los mundos invisibles, obtenida sobre todo al cabo de lo que suele llamarse una iniciación. Dominar la intención es otra sus bases fundamentales.

Los Chamanes son capaces de viajar con su conciencia a los mundos sutiles con el fin de comunicarse con los Espíritus. Esta es su definición misma.

Estos Espíritus son múltiples y diversos, a semblanza de la vida misma: los antepasados, los espíritus de la naturaleza, los elementales, los espíritus animales o vegetales, y los guías espirituales y entidades de sabiduría viviendo en mundos luminosos. Cada Chamán tiene vínculos especiales con un espíritu particular, con el cual ha establecido una relación y una alianza fuerte.
Mediante el encuentro y el diálogo con los Espíritus, los Chamanes pueden cumplir con las funciones curanderos, mensajeros, e intermediarios entre los mundos. Enseñan y transmiten las antiguas técnicas, obedecen a leyes y a una lógica específica, que permiten al que realmente lo desee, recibir el apoyo y la asistencia necesaria, incluso hasta poder entrar en un camino de sanación y conectar y elegir a su guía y dirección de vida.

Hay urgencia en relacionarse de nuevo con la Madre Tierra, el Padre Cielo, con los Espíritus, así como con nuestro cuerpo de luz: todos ellos, desde los mundos sutiles, nos enseñan las leyes universales de la unidad, de la salud y de la armonía. Sin este vínculo, el ser humano se vive y se siente como la vida de un huérfano.

Los Seres Humanos ya no deseamos vivirnos, y vivir como exiliados perdidos en el laberinto del sufrimiento, de las perversiones a la vida y de la destrucción, creado por nuestra civilización dominante.

Esta última afirma servir valores científicos y racionales, y trabajar para el progreso y el bienestar de la humanidad: esto es ampliamente incorrecto, ya que su elección resulta siempre ser sucumbir a las seducciones del poder, del enriquecimiento y de la vanidad, que a menudo hasta plantea como objetivos en la vida.

Es más que apropiado que reintegremos el uso de nuestros aliados y nuestras herramientas chamánicas, abriendo nuestro corazón y nuestra capacidad de discernimiento, para ayudar al surgir de una humanidad inspirada por la sabiduría de los Espíritus.

Honrar la Tierra y lo invisible con:

  • GaiaEl respeto por la Madre Tierra, el Padre Cielo, los Espíritus, y todos los seres vivos: nuestros hermanos Humanos, Animales, Vegetales y Minerales.
  • El apoyo activo y concreto a todo lo que ayude a mejorar nuestra relación con la Tierra, propiciando un mayor respeto por el medio ambiente de nuestro planeta, y por lo tanto, el uso más consciente y responsable de sus recursos.
  • Celebrar la unidad de todas las formas de vida y maravillarse frente a la diversidad de las manifestaciones visibles e invisibles de la fuerza creadora.
  • La conciencia que todos los elementos que parecen oponerse, en realidad son aliados en la danza dinámica de la evolución.
  • La búsqueda de un equilibrio consciente entre las energías masculinas y femeninas presentes en cada ser humano.

Honrar el Cielo y lo invisible con:

  • UniversoLa conciencia de que el mundo material es el resultado de la creación de los mundos espirituales, y no al revés. Los campos de energía dan lugar a la materia, y la conciencia precede a la forma. El mundo material y el mundo espiritual son uno solo : la materia es «divinidad densificada» o «luz condensada», o la expresión del campo de energía sutil que es la fuente de toda manifestaciones de la vida.
  • Consecuencia de esto es, entre otras cosas, la visión holística del ser humano, que viene a componerse de una parte física y varias partes de energía, sutil, y, para algunas de ellas, inmortales.
  • El contacto, el diálogo y el intercambio con los mundos sutiles (o intangibles) en los cuales viven las entidades espirituales que llamamos “Espíritus”.
  • La experimentación concreta de las leyes espirituales generadas por la intención de servir la Vida, que de esta manera se vuelven válidas, traducibles, y por lo tanto elegibles conscientemente, por todos los seres humanos, si así lo desean, cualquiera sea su raza, credo o país.
  • La conciencia de que todo es vibración y ondas. Esta visión de la realidad, conocida por los Chamanes de todos los orígenes y de todos los tiempos, es ahora compatible con la física cuántica.
  • La experiencia y la práctica del proceso de curación como holístico (o global) que concierne a los cuatro cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual. La curación es un aprendizaje de las leyes de la salud más que un consumo desenfrenado de terapias. Esto va junto con la conciencia de que somos seres multidimensionales y que tenemos la capacidad de conectarnos con el campo de la información positiva del cosmos.
  • La capacidad de ayudar a la gente a transitar desde el mundo espiritual al mundo material (lo que se llama “nacer”) o el mundo material al mundo espiritual (que se llama “morir”) y a liberar las «parcelas de alma» encerradas en los mundos inconscientes y en lo que suele designarse el plano astral inferior.

Honrar lo Humano con:

  • bebeEl respeto del principio: “No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti mismo!”
  • El rechazo de cualquier forma de violencia tanto a nivel físico, como emocional, mental o espiritual. También se consideraría como violencia por parte de un Chamán el abusar de la debilidad de un miembro de su comunidad, o de cualquier ser humano que busque ayuda.
  • Una actitud abierta hacia las costumbres locales de los diferentes pueblos y naciones, siempre y cuando sean compatibles con los principios fundamentales de libertad, igualdad, fraternidad y respeto, de todos los seres como de las leyes de cada país.
  • La práctica y el dominio de los «ritos de paso» para conducir y marcar los momentos de transformación y apertura espiritual inherentes a las principales etapas de la vida.
  • El respeto por todas las Tradiciones que obran para una humanidad consciente, en una perspectiva de servicio y de complementariedad.
  • La intención sostenida de cultivar benevolencia para los demás, así como el diálogo y la negociación para apoyar el retorno a la armonía, en lugar de la violencia y las torsiones generalmente dominantes.
  • El objetivo común de ayudar a crear una sociedad lúcida, y por lo tanto libre de los pesos del pasado, una sociedad que ponga los valores espirituales en su centro, basados en el intercambio, la cooperación, el amor, el compartir, el respeto a los diferencias, y la unidad en la diversidad. Nosotros actuamos deliberadamente a favor de la paz, la dignidad, la fraternidad, la bondad y el respeto de toda la creación.
  • Un trabajo constante de transformación y evolución: querer cambiar otras conciencias, con o contra su voluntad, ya no es válido, si es que lo fuera algún día. El Chamán no cambia nada ni a nadie, excepto a sí mismo, y esto mismo, hasta dónde esté dispuesto a llegar.
  • En acuerdo con estas líneas, el uso del «poder personal» de cada uno para ayudar a aquellos que desean desarrollarlo y experimentarlo. El Chamán se niega a cualquier «transferencia de excelencia» de parte de miembros de su comunidad, o de cualquier otra persona, hacia él. Los invita a buscar la excelencia en ellos en lugar de buscarla en otros. Los respeta a todos en sus opciones y caminos de vida.
  • El afán diligente en actuar según la conducta más impecable, noble y justa como sea posible, siguiendo los pasos de la sabiduría de los espíritus que nos guían, de manera tanto individual como colectiva.
  • El reconocimiento del valor del arte y su experimentación para aquellos para quienes es la forma de expresar el poder creativo y mágico de los seres humanos.
  • Y, por último, una contagiosa alegría de vivir y compartir con todos. Lo que en última instancia, parece que venga a ser un objetivo clave y uno de las frutos más deliciosos del árbol de la vida antes mencionado!